Desde que era pequeña recuerdo haber visto siempre colgado en casa un extraordinario espejo, maravillosamente trabajado y acabado en pan de oro. Mi madre lo guarda todavía como algo muy importante para ella porque este maxi espejo ya colgaba de la pared en casa de sus abuelos y actualmente preside el recibido de la suya. Es para mí un privilegio mostraros espejos de gran formato parecidos al que menciono, aunque el que más se asemeja es el que corresponde con la última imagen y que además luzcan de manera tan sobria en todos los espacios en los que se encuentran ubicados, dotándolos de personalidad y carácter. Cuando las imágenes hablan por si solas sobran las palabras. Deleitaros porque son sublimes.
