Cuando las temperaturas nos lo permiten, las casas se abren al exterior, bueno en el caso de hoy, esta villa está siempre abierta al exterior porqué se encuentra en Tailandia, donde tienen la suerte de gozar de privilegiadas temperaturas durante todo el año. Su ubicación es tan extraordinaria que apenas encontramos paredes y en el caso de haberlas éstas son de cristal con lo cual se obtienen unas vistas maravillosas. Diseño a raudales, una luz sublime y un espacio desmedidamente generoso convierten esta casa en un lugar mágico ¿no creéis?
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