En el mundo de la decoración podemos arriesgar hasta límites insospechados ya que cuando nos cansamos, lo cambiamos y listos. La casa de hoy, concretamente un dúplex obra del interiorista Lorenzo Castillo, no pasa desapercibida para nadie y seguro despierta sentimientos muy opuestos. Una mezcla ecléctica, excesiva, alocada y audaz de texturas, de dibujos geométricos, de intensos colores como el azul marino mezclado con negro, violeta o el verde hierba, en pocas palabras un espacio que se satura de diferentes estampados y acabados, pero que lejos de parecer burdo, se sofistican hasta tal punto que juntos son la bomba, eso sí, este interiorismo está reservado solo para los amantes de lo más osado.
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