Las casas nórdicas se abren al verano de una manera más comedida y lo hacen a través de los colores y de las texturas, el apartamento de hoy es un ejemplo. Un interiorismo que toma como base delicados tonos neutros salpicados de bonitos detalles en amarillo que simbolizan destellos de sol. La luz se cuela a raudales por las ventanas en las que se han omitido las cortinas y la madera en su color más natural ayuda a potenciar este efecto. La cocina blanca de diseño tiene un punto divertido gracias a la nevera naranja y la salida a un encantador balcón, el dormitorio en perfecto equilibrio con el resto de la vivienda. En fin un piso encantador!!
Imágenes: Alvhem
